AGOSTO ES PARA TRABAJAR
Todo
el mundo conoce el sonido de la playa, su olor, y las ganas de
vivirla en agosto. El egocentrismo de protagonizar esta imagen es
perdonable porque es lo único que me queda; ahora solo puedo
soñarla, desde fuera, al menos a la espera de cada fin de semana, de
cada día de fiesta o de esas vacaciones que esperan en septiembre.
Entre tanto, no está mal escaparse de cuando en cuando y sentirla un
poco, así, de cerca. Gracias a María Gil por compartir este momento
y claro, por su foto entre reportaje y entrevista.
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