TIEMPO DE CAMBIO
Un día la brisa
fresca rompe la húmeda armonía de cada tarde, devuelve la bravura al mar,
oscurece el cielo y recupera el espacio invadido por las muchedumbres. Un día,
también, se despiden todas las historias soleadas que trajo el verano: los
besos adolescentes, el viaje, los labios quemados por tantos días de agua
salada, las noches interminables o el libro que ha servido para matar las
horas. Un día llega septiembre, así, de repente; porque cada año sucede
igual, y cada año en un mismo día...
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